
Productos como tomates, uvas, pimientos y frutas de hueso (ciruelas, cerezas, melocotones) ya no estarán sujetos a inspecciones rutinarias ni a pagos asociados, lo que beneficiará a empresas y consumidores. Según el Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido, esta decisión reforzará las cadenas de suministro y aliviará la presión sobre los precios de los alimentos.
La baronesa Hayman de Ullock, ministra de Bioseguridad, destacó que el futuro acuerdo con la Unión Europea «abaratará la comida, reducirá la burocracia y eliminará controles fronterizos engorrosos». No obstante, el gobierno mantendrá vigilancia basada en riesgos para proteger la bioseguridad nacional.
Periodo de adaptación para los exportadores de frutas y verduras
La medida extiende una flexibilización temporal adoptada en julio de 2025, dando más tiempo a las empresas para adaptarse. Mientras se negocia el SPS (acuerdo sanitario y fitosanitario) —que creará una zona común de estándares sanitarios—, los comerciantes deberán seguir cumpliendo el modelo operativo fronterizo británico (BTOM).
El Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales colaborará con agencias sanitarias para garantizar un equilibrio entre seguridad y fluidez comercial.



































