Aunque el Consejo Europeo suele darse entre 12 y 15 meses para adoptar su posición en primera lectura, sabemos de la existencia de conversaciones informales entre su presidencia y el Parlamento Europeo para llegar a un acuerdo en primera lectura, por lo que su adopción no se demorará por tanto tiempo. Os tendremos al tanto con antelación a su aprobación definitiva.

Esta normativa incumbe, entre otros, a los vehículos industriales de transporte de hasta 3,5 toneladas de peso.

El acuerdo establece una serie de objetivos por fases, que se calcularán respecto a la media del parque de vehículos nuevos. La norma fija un máximo de 175 gramos de CO2 por kilómetro para 2014. Al mismo tiempo, el porcentaje de automóviles que deben respetar el tope ascenderá progresivamente (un 75% en 2015, un 80% en 2016 y el 100% en 2017).

Posteriormente, el límite de emisiones irá descendiendo gradualmente hasta llegar a los 147 g CO2/km en 2020. Los fabricantes que produzcan menos de 22.000 vehículos industriales ligeros al año podrán solicitar que se les exima de cumplir estos objetivos.

Introduce un sistema de supercréditos y penalizaciones:

Cada furgoneta que emita menos de 50 g CO2/km equivaldrá a 3,5 vehículos en el cálculo de las emisiones medias. Este sistema de "supercréditos", que estará vigente hasta 2017, pretende incentivar a los fabricantes para que produzcan vehículos más eficientes.

Los productores que sobrepasen los objetivos fijados en el reglamento serán sancionados con penas de 95 euros por gramo extra a partir de 2019.