Como es natural, las infraestructuras y el transporte de mercancías, en sus diferentes modos, merecieron un apartado destacado dentro de este documento, en el que se deja notar la aportación de asociaciones como la CETM.
No en vano, las infraestructuras constituyen un punto esencial en el programa de la CEOE, entidad que aboga por mantener el esfuerzo inversor, para que el sector público promueva incrementos de renta, empleo y productividad, además del importante papel que juegan en la cohesión territorial.
El Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) constituye un gran avance, ya que, además de proyectarse en un periodo dilatado, integra todos los modos de transporte y contempla la financiación público-privada. El problema actual, no obstante, reside -a juicio de la CEOE-, en la restricción de recursos públicos, motivada por la crisis económica, fruto de una menor recaudación fiscal y de un incremento de los gastos sociales, por lo que deben abordarse políticas que eviten la ruptura del ritmo inversor. De lo contrario, se perjudicará al tejido empresarial, su competitividad e innovación, así como al empleo y a la capacidad para competir.
En línea con las tesis de la Unión Europea, la CEOE plantea la necesidad de establecer sistemas de colaboración público-privada para la construcción y mantenimiento de las infraestructuras.
La reordenación pendiente del transporte
La CEOE considera al transporte un sector económico de importancia estratégica creciente, ya que posibilita el desarrollo de la actividad de otros sectores, como la industria, el comercio y el turismo.
En el contexto actual de crisis, el transporte de mercancías acusa la caída de la demanda y la escasa flexibilidad para adaptarse a la oferta, habiéndose reducido o incluso desaparecido los márgenes por el incremento de costes, a lo que se le une las restricciones crediticias y las reformas estructurales pendientes.