
Unos 20 operarios escoltados por agentes de la Policía francesa se han encargado de desmantelar buena parte del campamento, salvo las instalaciones de uso común. La Gendarmerie ha utilizado gases lacrimógenos y cañones de agua para hacer frente a los responsables de los incidentes. Varias personas han sido detenidas por provocar altercados en las carreteras próximas a los campamentos, entre ellos, tres miembros del colectivo "No Borders" (Sin Fronteras), que reclama la abolición de las fronteras.
Según el Ministerio francés de Interior, 11 policías fueron heridos leves por las agresiones. Alrededor de 150 ocupantes del campamento (llamado también "la jungla") comenzaron a lanzar objetos a los policías como signo de protesta ante el desmantelamiento y contra la destrucción de sus chabolas fuera del campamento.
En los incidentes, varios hombres lanzaron distintos tipos de proyectiles a los camiones, a los que también golpearon con barras. Las autoridades trabajan, en coordinación con las organizaciones humanitarias, para realojar a los migrantes en otros centros de alojo.
El origen del conflicto está en el desmantelamiento de la zona sur del campamento, ordenada por el Gobierno francés, que comenzó el 29 de febrero a desalojar migrantes, utilizando excavadoras y agentes antidisturbios, a fin de derribar las chabolas que se habían instalado en "la jungla".
La mayoría de los migrantes llegan de países como Afganistán, Irak y Siria, con la intención de llegar de forma clandestina al Reino Unido.
Videos de Camiones en la "Jungla de Calais"