
El domingo 27 de mayo, representantes de la asociación Antp mantuvieron una reunión con el secretario de Estado de Infraestructuras, Guilherme D'Oliveira, sin que fuera posible alcanzar ningún acuerdo, aunque se convocó a los miembros de la asociación a mantener otra reunión (esta vez con el ministro de Planificación e Infraestructuras, Pedro Marques) con posterioridad para intentar salvar los paros en el transporte.
Por su parte, la otra asociación mayoritaria de transporte del país, Antram, ha pedido cuatro días al Gobierno para dar una respuesta a la petición de indexar subidas de precios de combustible al precio del transporte. En caso contrario, han asegurado que se sumarán a la huelga.
Entre las reivindicaciones planteadas por la asociación de transportistas al Gobierno luso destacan la creación de un mecanismo de repercusión automática del incremento del gasóleo en las tarifas del transporte, una nueva regulación del acceso al transporte que limite la entrada masiva de nuevos operadores al mercado y la creación de una secretaría de Estado específica de transporte, entre otras.