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El Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea ha aprobado su orientación general sobre la revisión del Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) que recoge muchas de las reclamación del Gobierno de España para acelerar la ejecución de los corredores y garantizar el cumplimiento de los compromisos de todos los países de la Unión Europea y sus objetivos.
“España siempre ha apoyado las propuestas que contribuyeran a hacer realidad el mercado común europeo. Por ello, la Red Transeuropea de Transporte y sus corredores han sido prioritarios en nuestra agenda política. Prueba de ello es el compromiso de mi país con el cumplimiento
de los objetivos y plazos establecidos para su desarrollo”, ha afirmado la ministra durante su intervención en la reunión del Consejo.
Un encuentro en el que ha destacado los avances logrados tras meses de trabajo en temas importantes para España y ha recordado la importancia de dar un paso más allá y recuperar la longitud original al Corredor Mediterráneo (3.000 kilómetros) para que llegue hasta Ucrania y se confirme como un eje estratégico para el tráfico de mercancías y pasajeros y para las relaciones comerciales con los países de Asia y África. Un objetivo en el que se seguirá trabajando.
Raquel Sánchez se ha felicitado porque se ha alcanzado un acuerdo ambicioso tanto en los plazos de finalización como en los estándares de calidad establecidos para la RTE-T. Además, tal y como ha señalado la ministra, la nueva orientación general incluye casi todas las
infraestructuras, nodos de transporte y nodos urbanos solicitados por España y recoge un acuerdo para que la Comisión Europea pueda adoptar actos de ejecución para determinadas secciones de los Corredores Europeos de Transporte, velando porque se cumplan los compromisos por parte de todos los Estados miembros.
“Este es un tema central para España porque, para conseguir una verdadera Red Transeuropea, es necesario el cumplimiento de los compromisos por parte de todos los Estados miembros”, ha explicado la ministra, que también ha señalado la importancia de que se hayan incorporado en el texto algunas referencias relevantes para el transporte marítimo, como es evitar las fugas de carbono en el ámbito del Espacio Marítimo Europeo.
Negociaciones en la Comisión Europea por el Corredor Atlántico
“Nos felicitamos por todo ello, sin perjuicio de que seguiremos trabajando por la inclusión y promoción de infraestructuras y nodos que ahora no han sido aceptados, como la conexión Santander-Bilbao”, ha aseverado Raquel Sánchez durante su intervención.
España ha solicitado a la Comisión y Presidencia Europeas apoyo para incluir en el tramo Santander-Bilbao en la Red Básica extendida porque se considera que un itinerario que debe incluirse en el Corredor Atlántico. El compromiso del Gobierno y el Ministerio es inamovible y, por ello, seguimos trabajando en su definición y desarrollo.
En cuanto al futuro del Corredor Mediterráneo, la ministra ha reiterado que es una infraestructura “fundamental” para España y una conexión geoestratégica de gran relevancia, pues es el único que atraviesa la Unión Europea por completo de oeste a este. Y cobra aún más importancia en el momento actual, en el que la Unión Europea está haciendo grandes esfuerzos para facilitar el transporte con Ucrania. Buena prueba de ello es la iniciativa de los Corredores Solidarios.
“España desea recuperar la ruta y dimensión original del Corredor Mediterráneo y, por ello, me gustaría pedir a la Presidencia y a la Comisión que tengan en cuenta nuestra posición”, ha solicitado la titular del Ministerio de Transportes tras recordar que es una pieza clave para la cooperación y conexión con los países de África y Asia.
En este punto, cabe recordar que, en la nueva configuración de los corredores planteada por la Comisión en diciembre de 2021, se incluyó recortar en 700 kilómetros la longitud del Corredor Mediterráneo, lo que suponía eliminar el tramo entre Zagreb (Croacia) y Záhony (frontera de Hungría con Ucrania), perdiendo nodos importantes de la básica global, entre los que se encuentran las terminales ferroviarias, portuarias y aeroportuarias de Budapest.