En los tres primeros puestos se sitúan, de mayor a menor, el riesgo al robo, fraude y corrupción, la pérdida de beneficios y los cambios en la legislación, como las sanciones económicas, el proteccionismo o el Brexit, con un 29, 28 y 26% de probabilidad, respectivamente.
En el tercer y cuarto puesto de riesgos para las empresas de transporte se suman dos nuevos: el desarrollo de los mercados, entiendo con ello la intensificación de la competencia y un posible estancamiento de los mercados y el riesgo de incendio y explosión.
En el ámbito empresarial general, las grandes violaciones de seguridad de los datos y escándalos de privacidad, las importantes caídas de sistemas informáticos y la introducción de normas más estrictas para la protección de datos tanto en la Unión Europea como en otros países, el riesgo cibernético se va a convertir, en 2019 y en los próximos años, en una de las grandes preocupaciones para las empresas.