La revisión de los sistemas electrónicos se sumará a las que ya se realizan a los elementos mecánicos y físicos, como los neumáticos, amortiguación, frenos, sistemas de suspensión, o alumbrado y señalización, entre otros.
Las inspecciones electrónicas permitirán captar la información de la centralita de cada vehículo mediante máquinas que la transmitirán al sistema de la estación, pudiéndose comprobar el funcionamiento de los sistemas ligados con la seguridad pasiva a las que ahora no se da cobertura total con las inspecciones actuales.
Walter Nissler, responsable de Seguridad en la Carretera de la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea ha declarado que “la revisión de los sistemas electrónicos en la Inspección Técnica de Vehículos supondrá importantes ahorros para el Estado en lo relativo a la prevención de los accidentes, y sus efectos en la sanidad y en los daños en los vehículos y las infraestructuras”.