Debido a la preocupación que la Unión Europea tiene sobre los efectos de estas sustancias psicoactivas en la conducción, la campaña de detección de alcohol y drogas en los conductores (profesionales y particulares) se desarrolla de forma simultánea en 25 países europeos, a través de la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL).
Durante los siete días se establecerán diferentes puntos de control en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día, donde se realizarán más de 20.000 pruebas diarias de alcoholemia y drogas a los conductores que circulen por ellas. Se podrá especial énfasis en los colectivos policonsumidores: conductores que se ponen al volante y que consumen de forma habitual alcohol y/o drogas.
Cuáles son los efectos de las sustancias
Los efectos que produce el alcohol en la conducción son conocidos por casi toda la sociedad. Sin embargo, los efectos de drogas como el cannabis, cocaína, anfetaminas...son más desconocidos entre la población. Este hecho ha llevado a la Dirección General de Tráfico a incrementar el número de controles de drogas, lo que supone más medio materiales para llevarlos a cabo (furgonetas, detectores móviles de alcohol y drogas...) y a llevar a cabo mayor número de acciones educativas y campañas divulgativas que incidan en los peligros de las drogas y la conducción.
Precisamente, las asociaciones de transporte, como la CETM, quieren que sean las propias empresas las que puedan hacer estas pruebas para detectar si un conductor profesional está bajo los efectos del alcohol o las drogas, ya que este hecho tiene efectos directos en la seguridad vial y en la propia empresa. De momento, la CETM ha mantenido un encuentro con el Grupo Parlamentario Popular y se esperan futuras reuniones con Ciudadanos y el Partido Socialista para hablar de este tema.