
El mercado de vehículos comerciales ligeros es un indicador clave de la situación económica, debido a su transversalidad e implicación con la actividad comercial y de servicios. Sus fluctuaciones dependen fuertemente de la confianza empresarial y de la evolución de la inversión, que a su vez se conectan directamente con el ciclo económico.
El práctico hundimiento de los segmentos con mayor capacidad de carga ha producido que el segmento más ligero (las furgonetas derivadas de turismo) supongan ya el 55% del mercado, un 11% más que antes de la crisis.
Todos los segmentos han sufrido caídas muy pronunciadas respecto de sus niveles pre-crisis, que van desde el 65,4% en las furgonetas hasta el 84,3% en los chasis- cabina.
En 2011 el parque de vehículos comerciales ligeros alcanzó su nivel máximo, con más de 3.200.000 unidades, tras haber acumulado un crecimiento cercano al 62% durante la década pasada. Este crecimiento fue muy superior al registrado en el parque de turismos, que aumentó un 27% en dicho período.
La antigüedad media del parque español de vehículos comerciales ligeros se sitúa actualmente en 10,7 años, por encima de la de los turismos (10,3 años), y además envejece con más rapidez que éstos (casi 7 meses por año, un mes más por año que en turismos).