Los kilómetros de máximo riesgo han tenido también una fuerte reducción, pasando de 521 kilómetros en 2008 a los 34 kilómetros en 2012.
El número de kilómetros de autopistas y autovías se ha incrementado un 50%, pasando de 4.400 a 6.600 kilómetros en la actualidad. Se ha producido un elección por parte de los usuarios a utilizar este tipo de carreteras más seguras, reduciéndose el tráfico en las carretas convencionales, hecho fundamental para conseguir reducir los accidentes mortales y graves en un 46%, pasando de 12.907 accidentes en 2008, a los 7.002 actuales.
La separación de carriles mediante medianas, los cruces a distinto nivel, una mejor señalización e iluminación, y unos arcenes, zonas de escape y barreras de protección que evitan muchas de las tan temidas salidas de vía, hacen que las autopistas y autovías sean las vías más seguras, ya que se reduce la probabilidad de sufrir un accidente, y si se produce, las consecuencias del mismo serán menores.