La Junta Honorifica de este Regimiento considera merecedor de la distinción de "Lancero de Honor” a Francisco Javier Arnedo Rubio por la colaboración y el apoyo prestado al personal desplegado durante la "Operación Balmis" en la comunidad de La Rioja.
Durante el pasado año, el Regimiento participó, junto al resto de la Fuerzas Armadas, en la lucha contra la pandemia provocada por la COVID-19, inicialmente en la "Operación Balmis", estableciendo patrullas de presencia en área y de rutas en localidades y carreteras de las comunidades de La Rioja y Aragón, así como en la desinfección de instalaciones sociales, tales como residencias de mayores, centros de salud, entre otros. En la actualidad, participa en la "Operación Baluarte", manteniendo un equipo de rastreadores en el Hospital Militar de Zaragoza para el seguimiento de la cadena de contagios.
La colaboración prestada por el Grupo Arnedo y, en concreto, por su gerente, Francisco Javier Arnedo consistió en hacer extensivo el servicio gratuito que ofreció a los transportistas a todos los miembros y Cuerpos de Seguridad del Estado en agradecimiento a la labor que desempeñan de atención a todas las personas, así como todas aquellas funciones asumidas de forma extraordinaria para la protección y seguridad de todos, durante el periodo del estado de alarma por la Covid-19.
En ese momento, Grupo Arnedo trasladó a todos los cuarteles de la Guardia Civil de la zona, así como a la Unidad Militar de Emergencia (UME) y al Grupo de Acción Rápida (GAR), el acceso a los servicios de comida, cena o cualquier otro necesario que se ofrecen en sus instalaciones en la Ecociudad del Transporte en Pradejón y El Villar de Arnedo, expresando de esta forma su reconocimiento y el de su empresa a todas estas personas que trabajan por nuestra seguridad y que, en muchos casos, no están suficientemente valoradas. Considerando a su vez, el excelente trabajo que están realizando en nuestra región y en todo el territorio español, tanto en las tareas de limpieza y desinfección, montajes de hospitales provisionales, distribución de materiales y equipos de protección, vigilancia, información y atención, entre muchos otros.
El objetivo del ofrecimiento de Grupo Arnedo fue que todas las personas pertenecientes a estos grupos pudiesen tener cubiertos estos servicios en caso de necesitarlo, bien por cuestión de horarios y turnos de trabajo o por los servicios urgentes y extraordinarios que realizan y que, en muchos casos por la distancia, les imposibilita volver a sus domicilios.
Un acto solemne
Un año más, el Regimiento cumplió años con la conmemoración de su 362º aniversario desde su fundación el 2 de febrero de 1659 en tierras extremeñas cuando, durante el reinado de Felipe IV, el Capitán General del Ejército de Extremadura, Luis Méndez de Haro, confirió el mando del Trozo de Caballería de Extremadura, formado por veinte compañías sueltas que operaban en la región, al Comisario General Antonio de Isassi.
Se ha celebrado con retraso, debido a la situación epidemiológica provocada por la COVID-19, con las medidas preventivas vigentes. La Parada Militar tuvo lugar el 4 de junio, en la plaza España de la Base “San Jorge”, donde formó la Escuadra de Batidores, Banda de Guerra de la Brigada Aragón I, Estandarte del Regimiento, un Escuadrón de Honores sobre la base del GCLAC “Lanceros de Borbón” y una Unidad Blindada del GCLAC “Numancia”.
Se inició el acto a las 12:00 horas con la llegada de la autoridad que presidió el acto, el General Jefe de la FUTER, José Rodríguez García, que recibió los Honores de Ordenanza y revistó a la Fuerza. Tras la lectura de la Efeméride de creación del Regimiento, se despidió del estandarte el personal que durante el último año había pasado a la reserva. A continuación, tuvo lugar la lectura de la orden de disolución del Grupo de Caballería Ligero Acorzado “Lanceros de Borbón” y de una breve reseña histórica de éste. Se formalizó con la entrega del guion del grupo por el Teniente Coronel Jefe, Javier Placer Santos al coronel jefe del Regimiento, Carlos Manuel Mendoza Pérez.
Seguidamente se procedió a la imposición de condecoraciones, y entrega de los Títulos de “Lanceros de Honor” donde se reconoció el especial trato y atención hacia la Unidad.
Además de Javier Arnedo Rubio, por la inestimable colaboración y el apoyo desinteresado prestado por el Grupo Logístico Arnedo al personal del Regimiento desplegado durante la “Operación Balmis” en la Comunidad de La Rioja, este año fueron distinguidos el Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, Luis Navarro y Elola, y su secretario, Enrique Caro Valenzuela, por el apoyo que la institución nobiliaria presta a la unidad.
La Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, como ya es tradicional, hizo entrega de un Sable de Honor a la teniente Margarita Agustín Sánchez y dos becas de estudio al cabo Adrián Borao, tutor y al soldado Juan Manuel Hidalgo Duque.
A continuación, el coronel jefe del Regimiento se dirigió al Regimiento y asistentes unas palabras donde destacó el trabajo del GCLAC I/11, desde que en 1995 adoptará la denominación de “Lanceros de Borbón” y su disolución el 1 de julio y resaltó el trabajo realizado el último año, especialmente la contribución a las Operaciones “Balmis” y “Baluarte” y la participación en la Operación EUTM “Mali” XVIII.
Finalizó la parada militar con el canto del Himno del España y “Los 11 del España”, y culminó con el desfile de la Unidad Blindada y el Escuadrón de Honores. Tras la finalización de la parada militar, tuvo lugar la inauguración de la Exposición “Rostros del Arma de una Época” en la Sala de Exposición de la Colección Museográfica del Regimiento España y la firma en el libro de honor de la Unidad por el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre.
Javier Arnedo fue acompañado por su mujer, Gema León, sus hijos Javier y Marta, así como una nutrida representación de la empresa Grupo Logístico Arnedo.
Según las palabras, de Francisco Javier Arnedo Rubio fue un acto muy emotivo por un reconocimiento que no esperaba, trasladó también que se sentía, especialmente agradecido al Regimiento de Caballería España por esta distinción pero, sobre todo, por el gran trabajo que desempeñaron en La Rioja, y que no concibe otra forma de actuar "si no es atendiendo a la gente que nos ayuda en los momentos difíciles y que, sin duda, también necesitan sentirse apoyados y valorados".