La Dirección General de Tráfico ha invertido 1,5 millones de euros en la compra de dichas furgonetas que han sido transformadas y adaptadas para poder realizar las pruebas de detección de estas sustancias. Gracias a estos vehículos se aumentarán en un 20% el número de controles en los meses de verano.
Las furgonetas realizarán su labor en las provincias con mayores niveles de accidentes cuyas causas sean el consumo de alcohol y drogas.
Durante este año, la DGT pretende realizar 5.000.000 de pruebas de alcohol y 100.000 pruebas de drogas. Para 2018, la DGT tiene previsto alcanzar las 150.000.