La organización empresarial gallega ha remitido un escrito de denuncia a la Comisión Europea, tras una comunicación enviada el 15 de octubre (día de entrada en vigor de la Euroviñeta portuguesa) en el que pone de manifiesto las dificultades que tiene el sistema de cobro implantado, al restringir el pago a través de un dispositivo dinámico, y no permitiendo el pago ni en efectivo ni con tarjeta de crédito.

La denuncia pone el acento en la posible vulneración del marco normativo comunitario sobre las exenciones y descuentos de los que se benefician sólo los ciudadanos y empresas portugueses, una circunstancia que provoca una discriminación al resto de usuarios y que va en contra del derecho a la libre circulación que rige el mercado interior europeo. Para este organismo, la tramitación previa que requiere la compra de los dispositivos electrónicos de pago supone un elemento más que entorpece el citado principio.

La confederación ha aprovechado la presentación del escrito para denunciar que las modificaciones impuestas a la hora de circular por las autovías del norte han sido insuficientes y los dispositivos obligatorios puestos a disposición de los usuarios en los primeros días de implantación han resultado escasos.

Aparte de esta iniciativa dirigida a la Unión Europea, la Confederación de Empresarios de Galicia ha enviado sendos informes a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y a su homóloga portuguesa, la Associaçao Industrial Portuguesa (AIP) en la que informa del impacto en las relaciones transfronterizas que supondrá la entrada en vigor de la normativa lusa sobre los peajes y su posible vulneración de la normativa europea.