
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha presentado los presupuestos de su cartera para 2017. Unos presupuestos que, a su juicio, son "realistas, blindan los grandes proyectos que se están acometiendo y dan respuesta a las nuevas necesidades reales de los ciudadanos". Íñigo de la Serna quiso advertir que no se pueden comparar con los de 2016 ya que los anteriores estuvieron prorrogados, debido al Gobierno en funciones que duró 10 meses. También quiso destacar que "el tiempo que el Ejecutivo ha estado en funciones ha sido un tiempo donde no se han podido licitar obras".
En líneas generales, el ministro De la Serna ha explicado que las líneas maestras de estos presupuestos responden a los siguientes criterios:
- Garantizar la cohesión territorial y accesibilidad
- Mejorar la calidad y eficiencia del transporte
- Promover la intermodalidad del sistema de transporte e impulso de la logística
- Finalizar los ejes ferroviarios que reducen los tiempos de viaje
- Avanzar en las conexiones en infraestructuras de accesos viarios y ferroviarios a los puertos
- Mejorar las infraestructuras aeroportuarias y la calidad del servicio aéreo
- Continuar la política de vivienda
El presupuesto global de 2017 del Ministerio de Fomento asciende a 17.104 millones de euros, un 24,2% más que el que tuvo en 2016. Según el ministro De la Serna, por primera vez, las inversiones (8.969 millones de euros) superan a los gastos. Del total de las inversiones, la carretera se lleva el 23,7% (2.121 millones de euros), los puertos, 1.029 millones, aeropuertos, 809 millones de euros y el ferrocarril la principal partida: 4.471 millones, el 49,9% del presupuesto.
"El ajuste presupuestario afecta de forma especial a las inversiones en carreteras. Por eso queremos trabajar en fórmulas de financiación público-privada para acometer nuevas inversiones"
En el caso de las inversiones en carreteras, la construcción de obra nueva se lleva 954,9 millones y la conservación, 958,1 millones de euros. A esas cantidades se les suman 32,7 millones para convenios fimados con las concesionarias de autopistas de peaje. En este sentido, el ministro se limitó a decir que "no hay diferencias sustanciales con el ejercicio 2016, ya que aquí están incluidas las partidas para obligar a los camiones a pasar por determinadas autopistas".
Pese a que fue el propio Íñigo de la Serna quien dijo que no sería conveniente comparar estos presupuestos con los de 2016 (al estar prorrogados), fue el ministro quien explicó que los 8.969 millones representan un 11,6% más del presupuesto global del pasado ejercicio, un 6,1% del presupuesto real, pero un 44,4% menos de lo realmente ejecutado.