Según la IRU, el transporte por carretera se verá más afectado en Oriente Medio y el norte de África, con una bajada del 22%, y en Asia, con una disminución del 21%. En Europa, la facturación bajará en torno al 17% (unos 64.000 millones de euros). La organización señala que estos resultados se deben a las restricciones que se han impuesto al transporte y la recesión económica causada por la pandemia. En este sentido, el secretario general de la IRU, Umberto de Pretto, ha criticado las medidas que han tomado los diferentes gobiernos para ayudar al sector del transporte por carretera, puesto que, en muchas ocasiones, han sido paquetes “generalmente vagos”.
Por ello, De Pretto hace un llamamiento para que los diferentes países tomen medidas dirigidas al sector del transporte de mercancías por carretera. “Incluso en el pico de la crisis, el transporte se mantuvo flexible, operativo y continuó desempeñando su papel único. Ahora, sin una acción clara del Gobierno, los esfuerzos de recuperación global están en peligro”, advierte.