Según la consultora Deloitte, las inversiones que la economía española tendría que hacer entre 2016 y 2050 para comenzar el proceso de descarbonización (paso de energías fósiles a las alternativas o renovables) alcanzan un importe de entre 330.000 y 380.000 millones de euros. Junto a la necesidad de cambiar las fuentes de energía por otras menos contaminantes (basadas en renovables, principalmente), el estudio analiza la transición energética que debe acometer el sector del transporte en España para alcanzar los objetivos globales.
En el caso del transporte de mercancías por carretera, se considera que las dos actuaciones más eficaces son el cambio modal al ferrocarril y los vehículos impulsados por gas natural. El trasvase de mercancías de la carretera al ferrocarril está restringido a determinados trayectos, ya que, el porcentaje de la demanda de transporte de mercancías no puede realizar el cambio de modo eficiente por cuestiones logísticas, como distancias cortas con volúmenes pequeños de mercancías.
Para Deloitte, el gas natural es la alternativa mejor posicionada para sustituir a los productos petrolíferos y contribuir a la descarbonización del transporte pesado por carretera. Según el informe, en el año 2030, entre el 20% y el 25% de los vehículos pesados deberían haber trasladado su carga al ferrocarril que, además, debería ser eléctrico, y alrededor del 50% del total de vehículos pesados deberían estar propulsados por gas natural.
En este escenario, más de un tercio del parque actual de vehículos pesados, equivalente al de 2030, continuaría funcionando con productos petrolíferos. No obstante, el estudio afirma que el cambio modal se ha encontrado en España con importantes barreras, con un descenso de transporte ferroviario ocasionado, entre otras razones, por la actual falta de competitividad económica del ferrocarril respecto al camión y la falta de calidad y fiabilidad del servicio.
Así, los motores propulsados por gas natural "cuentan con una tecnología suficientemente madura" (según el estudio) para jugar un papel relevante en la reducción de las emisiones en el transporte de mercancías por carretera.