
El material utilizado en el embalaje del producto tiene una alta incidencia sobre el precio final y el resultado que recibe el cliente. Las empresas innovan continuamente y buscan fórmulas para conseguir el mejor equilibrio entre estos dos factores. La confluencia entre seguridad, elemento esencial en este modelo de negocio, y la reducción de los costes está presente de forma continua. Así, ha surgido la fabricación de cajas de cartón más seguras y baratas. Responden a los cánones de seguridad adecuados para el envío de productos y ofrecen muchas posibilidades para las empresas, ya que permiten la personalización, de manera que cada compañía puede incluir su firma y diseñarlas a su gusto. Tienen flechas de posición e incluyen un sello de mucho valor: el ‘made in Spain’. Estas cajas presentan diferentes tamaños que soportan hasta ocho kilos de peso y para una carga superior, se puede optar por el formato doble. La fabricación industrial rebaja considerablemente el precio y se pueden encontrar modelos a partir de 39 céntimos y por menos de un euro.
Las cajas ‘boomerang’ constituyen otra vía para optimizar las posibilidades de una empresa de envíos y reducir los costes. Son cajas de cartón que se utilizan con cada vez más frecuencia en los comercios electrónicos y que se caracterizan por su fuerte resistencia, ideales para ser devueltas; ya sea para realizar una devolución o como un acuerdo de sostenibilidad y eficacia entre el cliente y el vendedor. Disponen de una cinta adhesiva doble, de manera que la caja puede ser cerrada de nuevo y mantiene el nivel de seguridad adecuado.
Una plataforma integral de envíos
Otra de las vertientes que puede reducir los costes en una empresa de envíos manteniendo la calidad del servicio hace referencia a la tecnología y, en concreto, al uso de plataformas digitales e integrales que optimizan el trabajo de los repartidores. El uso de las aplicaciones de teléfonos móviles está muy extendido y los trabajadores se encuentran familiarizados con esta tecnología. La rentabilidad también se encuentra en la inversión en una herramienta digital que organice el plan de distribución de cada día, de manera que cada repartidor realizará el máximo número de envíos en el mínimo tiempo posible. Se optimizan las horas trabajadas y el coste en gasolina.