Según los miembros de la Asociación Española de la Carretera, "estamos ante un fenómeno global de graves consecuencias, que exige de un compromiso político y sectorial que no puede seguir eludiéndose". Desde la Asociación Española de la Carretera, consideran prioritario tener en cuenta una decena de aspectos ante la situación descrita:
1. Realizar una valoración de la vulnerabilidad de toda la red de carreteras (del Estado, autonómica, local y municipal)
2. Cuantificar la amenaza real, teniendo en cuenta proyecciones climáticas actualizadas
3. Llevar a cabo una valoración del riesgo ante el que se encuentran las carreteras, considerando vulnerabilidad y amenazas
4. Incorporar el concepto de redundancia en la red viaria, entendida como la disponibilidad de alternativas de emergencias en el caso de que un itinerario clave se vea afectado
5. Desarrollar un plan de adaptación de las carreteras al cambio climático, identificando prioridades de actuación e inversiones necesarias
6. Considerar la adaptación al cambio climático en la planificación de carreteras, tanto de nuevos itinerarios como en los procesos de adecuación de los existentes
7. Adaptar las normativas de diseño a las nuevas amenazas que puedan identificarse (taludes, estructuras, drenaje, pavimentos…)
8. Fomentar la investigación en materia de resiliencia
9. Aprovechar las oportunidades de la digitalización para mejorar la resiliencia de las redes viarias (datos del vehículo conectado, imágenes por satélite, optimización de las operaciones de vigilancia y control…)
10. Asegurar la colaboración entre todos los implicados (Administraciones de carreteras, servicios de emergencia, comunidad científica, empresas, asociaciones…)