“Entre los problemas citados, nos preocupa que la competencia desleal ha vuelto a adquirir protagonismo, pasando de afectar al 30% de empresas en 2022 a cerca del 50%, una cifra similar a la de antes de la pandemia. Si se trabaja por debajo de los costes de las operativas, se incurre en ilegalidades para captar tráfico. Encontrar la rentabilidad en este contexto se hace un ejercicio casi imposible”, explica Carlos Prades, presidente de FVET.
En líneas generales, el sector puntúa la actual situación entre un cinco y un seis, aunque el 38% anota un “suspenso” debido a estas dificultades, a las que se suma la elevada fiscalidad y la falta de infraestructuras necesarias para que el transporte pueda realizar sus operativas, como la adecuación de la V-30 o de la AP-7 a los flujos de circulación, el acceso norte para tráfico rodado en el Puerto de Valencia, las zonas para cargar y descargar la mercancía o las áreas de descanso y aparcamiento seguro. Además, pese a haberse percibido la aplicación del régimen sancionador contra la morosidad en el transporte, los impagos o los plazos de pago demasiado largos continúan afectando a una de cada cuatro empresas valencianas.
Los costes del transporte, todavía altos
El combustible supone una partida significativa para los profesionales del transporte: en torno al 30% del total de los costes directos. Según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el precio del combustible se mantiene elevado, alcanzando los 1,42 euros por litro en mayo de este año, un 20% más caro que en mayo de 2019.
“En línea con lo que ha reclamado el Comité Nacional de Transporte Por Carretera (CNTC), los transportistas valencianos han respaldado la prórroga de la bonificación de céntimos por litro, necesaria hasta que se estabilice la coyuntura económica. A largo plazo creemos que es imprescindible que se consolide la cláusula de revisión del precio del combustible en las relaciones con nuestros clientes, un mecanismo que nos permite repercutir la variación del precio y aliviar la dependencia de nuestra actividad con las fluctuaciones del gasóleo profesional”, asegura Juan Ortega, vicepresidente de FVET.
Además, el vicepresidente ha afirmado que otras partidas también han aumentado, como los salarios o la adquisición de vehículos. Respecto a esta última partida, la compra de un camión se ha encarecido un 30% en un año, pasando de 88.000 euros a 110.000 euros por unidad. “Además, si habláramos de un camión eléctrico, la situación empeoraría: el precio se triplica. Para poder acometer la transición hacia las cero emisiones con éxito, deberíamos contar con, entre otras cosas, más ayudas económicas para renovar la flota”, ha explicado el vicepresidente.
Descenso de operativas y de precios
A este escenario se suma, además, una reducción del volumen de operativas en el primer semestre del año. Según los resultados de la encuesta de la federación de transporte, el 51% de los transportistas afirma que su actividad ha caído en ese rango de tiempo: de entre éstos, un 60% apunta un descenso del 25%, un cuarto, entre el 25% y el 50%, y el resto se sitúa entre el 50% y el 75%. Asimismo, el 39% de los transportistas afirma que han mantenido los ingresos y el 10% restante ha experimentado un crecimiento de sus operativas del 25%.
“El 79,1% de empresas transportistas reconocen que han descendido sus beneficios en lo que llevamos de año. Esto las pone en una situación de riesgo en lo que a rentabilidad se refiere”, Carlos García, secretario general de FVET
Previsiones de FVET para el cierre de 2023
El transporte valenciano confía en que la recuperación de la actividad económica y la estabilidad política mejorará la situación en el cierre del año, además del alivio que supondrá la prórroga de céntimos por litro.
“Al margen de problemáticas coyunturales, necesitamos profesionalizar el transporte. Solo así sabremos cómo hacer nuestras operativas rentables sin tener que recurrir a prácticas fraudulentas que menoscaban al transporte desde hace años. Desde la federación trabajamos en ello desde la formación del transporte y asesoramiento a los asociados”, concluye el presidente, Carlos Prades.
Según el Ministerio de Transportes, la Comunidad Valenciana es la tercera autonomía que más volumen de mercancías transporta por carretera, por detrás de Andalucía y Cataluña: 261 millones de toneladas. Además, 10.801 empresas valencianas se dedican a este sector y hay 50.277 conductores con permisos en regla.