
Durante la celebración de la asamblea general de CETM Frigoríficos, uno de los temas que centró la reunión fue la diferencia de tratamiento entre los camiones españoles que viajan a Marruecos y los marroquíes que entran en España, por el problema del gasóleo y el ATP, principalmente.
En el caso del gasóleo, la normativa europea dice que sólo se pueden transportar 1.500 litros de gasóleo por unidad (cabeza tractora y remolque) como combustible de consumo (de lo contrario, entraría en la normativa ADR, de transporte de mercancía peligrosa y tendría que atenerse a esas reglas). Pero Marruecos, al no ser miembro de la Unión Europea, entra en territorio comunitario con dos depósitos y no siempre respeta esa regulación.
Un coladero
El caso que denuncian los transportistas de frío es que las autoridades aduaneras no realizan los controles pertinentes, porque no pagan los impuestos correspondientes a ese carburante. Además, en el puerto de Algeciras no hay unidad de control de los litros que llevan cuando entran en España, por lo que, para los transportistas españoles, el puerto gaditano es "un coladero".
Otro tema que les preocupa es que a los transportistas marroquíes que compran vehículos en otros países no se les exige seguir la normativa ATP porque en su país no hay un organismo internacional que lo regule, algo que molesta mucho a los españoles. Desde hace unos cuatro años, el mercado marroquí está creciendo mucho gracias a las ayudas de su gobierno, lo que se ha traducido en un aumento del transporte de productos hortofrutícolas hacia Europa.