La asociación defiende que el mantenimiento de las estructuras de dichos convenios, sin aprovechar la oportunidad que ofrece la reforma laboral para elaborar unos modelos más acordes a la realidad actual del mercado, no provoca más que un descenso en la productividad y la eficiencia.
ASTIC ve necesario aprovechar los recursos disponibles de la nueva reforma laboral para reducir la fragmentación existente, ya que bajo esta normativa los convenios nacionales y autonómicos gozan de preferencia sobre los provinciales. Además, los convenios de empresa, que también son de aplicación prioritaria en muchos aspectos importantes, como los salariales, pueden contribuir a eliminar distorsiones.
Todos los agentes implicados en el sector no pueden perpetuar un sistema que permite que entre provincias colindantes haya disparidades cercanas al 40%. Por ejemplo, un transportista con el convenio de Madrid cobrará 30 euros más por dietas diarias que uno con el convenio de Guadalajara, aunque ambos realicen el servicio en el mismo territorio.