El paso adelante de estos productos premium es fundamental en el compromiso de Shell con un futuro bajo en carbono que aspira a neutralizar las emisiones anuales de más de 200 millones de litros de lubricantes sintéticos avanzados, cuyo objetivo es compensar lo equivalente a unas 700.000 toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2e), lo cual equivale a sacar de la circulación más de 340.000 automóviles durante un año.
Gavin Warner, director general de Sostenibilidad, Ventas Globales de Shell, afirma que "sabemos que nuestros clientes de transporte están buscando formas de reducir sus emisiones netas de carbono mientras continúan haciendo crecer su negocio. Como proveedor de lubricantes para motores diésel pesados, desempeñamos un papel esencial para ayudarlos a lograr este objetivo. Nuestra gama premium de Shell Rimula ya ha mejorado el rendimiento de los motores y la eficiencia del combustible; y ahora, al ser neutros en carbono con cero emisiones netas de CO2, desde la extracción de la materia prima hasta su reciclaje, también ayudarán a los clientes a alcanzar sus objetivos de reducción de carbono".
Troy Chapman, vicepresidente de Marketing Global de Shell Lubricant Solutions, señala: "nuestros clientes se enfrentan a importantes desafíos operativos a medida que avanzan en el camino de la recuperación. La pandemia ha afectado sobre volúmenes y precios, obligando a una reducción de costes. Al mismo tiempo, los clientes están tratando de alcanzar unos objetivos climáticos ambiciosos. Shell se ha comprometido a ayudar a sus clientes en la consecución de sus objetivos tanto comerciales como de reducción de carbono, facilitando que se muevan con seguridad, lleguen más lejos y obtengan ahorros, todo de una forma sostenible".
Objetivo: reducir las emisiones de CO2
La cartera global de créditos de carbono basados en la naturaleza de Shell compensará las emisiones de CO2e del ciclo de vida de estos productos, incluyendo las materias primas, el envasado, la producción, la distribución, el uso del cliente y su reciclaje. Shell apoya proyectos que se centran en la protección y la recuperación de ecosistemas naturales: éstos absorben CO2 de la atmósfera cada año de forma natural, al tiempo que mejoran la biodiversidad, protegen las especies en peligro de extinción y apoyan a la sociedad.
El anuncio es un paso clave en la estrategia multianual de Shell Lubricant Solutions para ayudar a los clientes a gestionar sus necesidades de sostenibilidad, evitando, reduciendo y compensando las emisiones. Desde 2016, Shell ha reducido la intensidad de carbono de sus lubricantes en más de un 30%, y más del 50% de la electricidad utilizada en sus plantas de mezcla de lubricantes proviene ahora de fuentes renovables. Shell también está reduciendo los residuos de los envases de sus productos lubricantes a gran escala, aumentando el uso de materiales reciclados y explorando unos envases más sostenibles en sus cadenas de suministro.
Shell reconoce que las medidas para evitar y reducir las emisiones serán esenciales para hacer frente a las emisiones a largo plazo. Hasta que se puedan implementar unas soluciones expansibles, los programas de compensación de carbono ofrecen una solución inmediata para reducir las emisiones de CO2e en todo el catálogo y la cadena de valor de Shell.