El 25% de los conductores encuestados recibe directrices de su empresa para mejorar su conducción. El 10% de los encuestados señala contar con tecnología en el vehículo para controlar su comportamiento al volante.
Por otra parte el estudio revela que el 14% de los conductores ha reconocido recibir incentivos por conducir de manera eficiente. A su vez, el 13% afirma ser penalizado por conducir mal. Cuando se les preguntó de qué manera se controla su estilo de conducción, el 61% respondió a través de "observación". España es el país en donde este tipo de monitorización sin tecnología es más frecuente.
Entre aquellos conductores que señalaron contar con un sistema más científico de monitorización de su estilo de conducción, como las soluciones de seguimiento telemático, destacan la monitorización de la velocidad, aceleraciones y frenadas bruscas, exceso de ralentí y exceso de revoluciones.
La encuesta ha revelado que el incentivo que ayudaría a conducir de manera más eficiente sería la compensación económica. El 14% de los encuestados reconoce recibir este tipo de incentivos por parte de sus empleadores. De estos, la mayoría reciben un incentivo en efectivo o en forma de bono por su buen desempeño a final de mes o una vez finalizado el año.
El caso de los conductores españoles es diferente al de sus colegas europeos. Para ellos, el reconocimiento de buen desempeño al volante es más importante que los incentivos económicos, los cuales quedan relegados a un segundo lugar según los datos recabados por el estudio.
En cuanto a los conductores que conducen bajo los parámetros establecidos, el 40% de ellos afirmó que había recibido una advertencia formal, en forma de sanción, por su bajo desempeño al volante. Pero las cifras varían mucho según el país. Las advertencias formales se dan más a menudo en España (50%) y Francia (45%) que en Alemania (30%).