“Al principio, los Diesel se consideraban coches económicos y robustos. La moderna tecnología Common Rail sigue siendo altamente eficiente y de larga duración, pero, además, es extremadamente dinámica, confortable y respetuosa con el medio ambiente. La inyección de alta presión Common Rail con turboalimentación, ha revolucionado el mundo de los Diesel”, comenta Markus Heyn, miembro de la dirección de la división Sistemas Diesel de Bosch para turismos.
Con la mejora y el desarrollo continuos de Bosch, el motor Diesel será más eficiente. Bosch se ha propuesto que un automóvil compacto consuma en 2015 sólo 3,6 litros a los 100 kilómetros. Esto supone, en comparación con los Diesel estándar del año 2009, una reducción aproximada de un 30% del consumo de combustible. Con el avance de los híbridos, el consumo de los modelos Diesel puede reducirse, incluso, en un 40%.
Aumento de unidades vendidas
Los primeros clientes de los sistemas Common Rail fueron, en el año 1997, Alfa Romeo con su modelo 156 JTD y Mercedes Benz con su modelo 220 CDI. Las cantidades fabricadas del sistema Common Rail fueron creciendo en los años siguientes. En 2001, ya se habían fabricado tres millones de sistemas Common Rail de Bosch, en 2002, ya se hablaba de diez millones y, a principios de 2009, se logró la cifra de 50 millones. Los componentes correspondientes salen de los 17 emplazamientos integrados en la organización mundial de fabricación de Bosch. Sólo en el año 2011, Bosch fabricó unos nueve millones de sistemas Common Rail para turismos, vehículos industriales y motores estacionarios, incluyendo aplicaciones para grandes motores de Diesel destinadas a los barcos.
Futuro del Common Rail con 2.500 bares de presión
El concepto ‘Common Rail’ representa la capacidad de presión con la que se inyecta combustible a alta presión a los cilindros a través de los inyectores conectados al Common Rail. Las inyecciones múltiples hacen que los motores sean más silenciosos y que se reduzca el consumo de combustible, las emisiones de CO2 y las emisiones generales de agentes contaminantes.
Mientras que el primer sistema Common Rail trabajaba con una presión de 1.350 bares, el sistema actual, el CRS2 alcanza hasta 2.000 bares. La medición exacta del combustible se efectúa a través de las válvulas electromagnéticas que permiten hasta 8 inyecciones individuales por ciclo de trabajo. El CRS2 se puede utilizar en todos los segmentos de turismos y vehículos industriales ligeros, así como en el segmento de vehículos que no circulan por carretera. Para aplicaciones con las máximas exigencias, Bosch ofrece en su catálogo, además, el CRS3 con inyectores piezo. Este modelo permite una medición aún más exacta de las cantidades de combustible mínimas durante la pre-inyección y la post-inyección, lo que permite una reducción adicional de las emisiones de NOx y mejora el confort de marcha del vehículo. La presión de este modelo se sitúa aproximadamente en 2.200 bares.
Los ingenieros de desarrollo de Bosch trabajan ahora en sistemas de Common Rail de 2.500 bares y más. De esta manera, el motor Diesel está muy bien preparado para el futuro. La tecnología Common Rail, en combinación con un tratamiento del NOx de los gases de escape, como el sistema Denoxtronic de Bosch, hace posible el cumplimiento de las normas de emisiones más estrictas, como la Euro 6, en Europa a partir de 2014; o la Tier 2 Bin 5, en EEUU. Los vehículos Diesel con este equipamiento ya se pueden adquirir actualmente tanto en el mercado europeo como en el americano.
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