La última mesa redonda del 9º Congreso Nacional de Empresarios de Transporte en Cisternas, moderada por José María Quijano, secretario general de CETM, ha estado dedicada a analizar la aplicación de las polémicas 44 toneladas y ha contado con la presencia de Jaime Moreno, director general de Transporte Terrestre; Carmelo González, presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera y de Conetrans; Alberto Ramírez, presidente de CETM Cisternas; Manuel Arce, director de Logística Integral de Ercros y Juan Bouzas, director de Derivados Lácteos de Prolactea.
La convocatoria de elecciones y la existencia de un Gobierno en funciones ha retrasado la aplicación en España de las 44 toneladas -46 toneladas en transporte multimodal-, mientras que la Comisión Europea sigue trabajando en Bruselas en la elaboración de una nueva directiva comunitaria sobre pesos y dimensiones, que en el medio plazo legalizará las 44 toneladas en transporte internacional.
Qué dicen los transportistas
Países vecinos como Portugal y Francia ya tienen en vigor las 44 toneladas para transporte nacional, pero por el momento la mitad de los países comunitarios mantiene el límite de las 40 toneladas, aunque, como ha afirmado Carmelo González, su puesta en marcha forma parte de los compromisos suscritos por los transportistas en diciembre de 2021.
En lo que han coincidido todos los intervinientes -Administración, transportistas y cargadores- es que las 44 toneladas es una medida que debe aplicarse sin prisas, adoptando un periodo de transición consensuado que no ponga en riesgo a las empresas y que los beneficios que se deriven de esta medida alcancen a todos y, en particular, a los transportistas.
En este sentido, Carmelo González puso sobre la mesa la necesidad de que haya tiempo suficiente para que las empresas puedan adaptar de forma paulatina sus flotas a los nuevos requisitos técnicos y que mientras tanto los transportistas puedan operar libremente con vehículos de 40 toneladas sin ningún problema.
Por su parte, la voz de CETM Cisternas fue la de su presidente, Alberto Ramírez, que también apuntó la necesidad de que exista un periodo de transición suficiente, añadiendo que, en su opinión, debe figurar de forma “oficial” el compromiso de los cargadores a la hora de pagar esas cuatro toneladas y que el beneficio recaiga en los transportistas, que son los que tendrán que realizar las inversiones para actualizar sus flotas.
«Las 44 toneladas deben aplicarse con un periodo de transición consensuado que permita que los operadores puedan adaptar sus flotas sin prisas» Alberto Ramírez, presidente de CETM Cisternas
Qué dicen los cargadores
Tanto Manuel Arce como Juan Bouzas han manifestado que sus respectivas empresas están a favor de aplicar las 44 toneladas sin ningún tipo de exención por especialidad, aunque, en opinión de Juan Bouzas, sería aconsejable que su puesta en marcha se realice en el momento oportuno, porque en una situación de reducción de la demanda de transporte "se correría el riesgo de contribuir al deterioro económico de los operadores".
Por su parte, Manuel Arce señaló que, para los cargadores, "las 44 toneladas supondrá un beneficio acumulativo en todas las fases del proceso de acopio, producción y comercialización, aunque su implantación y el nivel de ahorro logístico dependerá mucho de cada producto y de cada tipo de mercancía".
Qué dice el Gobierno
Para Jaime Moreno, director general de Transportes Terrestres, adoptar las 44 toneladas es una cuestión fundamental si España quiere apostar por un transporte por carretera sostenible y eficiente, que, además, "permitirá que nuestras flotas puedan competir con otras flotas europeas en igualdad de condiciones".
Con relación a la incertidumbre provocada por el calendario de descarbonización propuesto por la Comisión Europea, Jaime Moreno afirmó que, en ningún caso, "la transición energética dañará la viabilidad económica de las empresas de transporte".