
Según los expertos, rebajar en 10 kilómetros/hora la velocidad en vías de alta capacidad contribuirá a ahorrar entre un 8 y un 9% de combustible en los espacios donde se aplique, aunque hay que tener en cuenta que el ahorro energético al volante no sólo depende de la velocidad, sino de la antigüedad del vehículo, su buen mantenimiento y el modo de conducción.
Diversas asociaciones de conductores consideran que sería más efectiva una medida global más completa, como la implantación de la conducción eficiente. Los grandes movimientos de tráfico se realizan en núcleos urbanos o sus cercanías, donde la conducción eficiente es más eficaz y puede conseguir ahorros de hasta el 20%.