
Nunca antes habíamos vivido algo parecido y seguramente, cuando todo termine -porque terminará, no lo duden-, probablemente no se dará una situación como la actual en las próximas décadas.
Hay que dar las gracias a los transportistas por todos estos meses
Dejando a un lado las excitaciones que hemos soportado en estos meses, uno de los colectivos que más han hecho y más se han volcado en hacer su trabajo con la mayor profesionalidad posible ha sido el de los transportistas.
Siempre se ha tratado de un sector muy solidario que, sin embargo, no ha sido muy bien tratado por parte de la sociedad. Que si contamina más que ninguno, que si provoca más accidentes que ninguno, que si es el responsable del deterioro de las infraestructuras en mayor medida que el resto de vehículos que circulan por nuestras carreteras..., en fin, que siempre ha tenido muy mala prensa.
Y si bien con los números en la mano nada de eso es cierto, desde muchos medios no se ha hecho mucho por mejorar la imagen del sector del transporte de mercancías por carretera.
Pero fíjense, cuando ha tenido que estar ahí, ha estado. Durante los meses de la pandemia los transportistas han dado todo lo que tenían y muchas veces en unas condiciones deplorables, como es de sobra conocido.
En los supermercados no ha faltado de nada, no ha habido desabastecimiento ni en el pequeño ni en el gran comercio. Se ha convertido en un colectivo esencial que ha llegado hasta el último rincón de nuestro país.
Es hora, por todo ello, de que se le reconozca lo mucho que ha hecho por nosotros y que todos en general les miremos con mejores ojos y les demos las GRACIAS por estar ahí.
Realmente, los transportistas han salido reforzados.
Revista Transporte Profesional