"Se emiten con la intención de inducir a error, manipular decisiones personales, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona u obtener ganancias económicas o rédito político. Tienen relación con la propaganda y la posverdad. Las fake news, al presentar hechos falsos como si fueran reales, son consideradas una amenaza a la credibilidad de los medios serios y los periodistas profesionales.”
He comenzado este editorial con la definición que hace Wikipedia de las fake news, tan de moda últimamente, definición que, a mi entender, es muy acertada.
periodismo basura del que hoy abunda desgraciadamente, que hace verdadero daño al sector y a sus organizaciones empresariales
Un medio de comunicación especializado en el sector del transporte, al que no voy a nombrar por no hacerle propaganda gratuita, viene difundiendo fake news en relación con la Confederación Española de Transporte de Mercancías, CETM, y otras asociaciones del sector por pura venganza.
Venganza ante la posición de estas asociaciones en contra de este medio, precisamente por eso, por difundir fake news.
CETM, no invita a este medio al que me refiero – y está en su derecho- a ninguno de sus eventos, el último el XVII Congreso de Empresarios de Transporte de Mercancías celebrado en Ávila. Sin embargo, su editor se presentó en el Palacio de Congresos de Ávila y, lógicamente, al no disponer de la correspondiente credencial identificativa, se le negó el acceso por la organización.
El rebote ha sido de tal naturaleza que durante varios días el medio en cuestión ha estado difundiendo información sobre este evento que en absoluto se corresponde con la realidad y eso se puede constatar si leemos las noticias publicadas en otros medios de información, generalistas y especializados – fueron invitados la mayoría- que sí estuvieron presentes.
Pero, no conforme con ello, ha arremetido de mala manera contra el presidente de CETM, Ovidio de la Roza, tratándole de manera despectiva y mintiendo cuando afirma que percibe remuneración por su dedicación, con el único fin de dañar su prestigio.
Este medio vive, desconozco si bien o mal, de los chismes y de los rumores y, cuando no tiene nada que difundir, se los inventa, incluso tiene una sección anónima, que por supuesto redacta el propio editor, para poner en boca de otros lo que él piensa con el fin de reforzar sus opiniones o sus críticas.
Es vox pópuli que cuando realiza una entrevista graba la conversación sin advertir de ello al entrevistado y luego publica lo que se le ha podido comentar off the record.
En fin, periodismo basura del que hoy abunda desgraciadamente, que hace verdadero daño al sector y a sus organizaciones empresariales.
Yo a ustedes les recomiendo que lean otra cosa, hay afortunadamente prensa seria.
Esa otra sirve a los mismos fines que el papel El Elefante.
Manuel Pérezcarro Martín | Secretario General FROET