La organización apela al empleo del Código de Buenas Prácticas, que implica, entre otras “buenas costumbres” no trabajar por debajo de costos, hecho que se produce de forma ostensible en estos momentos de crisis. Además de generar situaciones de enfrentamiento entre los miembros de la organización, la realidad es que se “deteriora el mercado y se socava la competitividad”, como afirma su presidente, Gonzalo Sanz.
En su opinión, conseguir el “sello” de Lógica (que respeta la libre competencia y que audita y certifica una entidad independiente) implica cumplir con una serie de condiciones, como la de realizar para los clientes un análisis adecuado de los costes de explotación, entre los que se encuentra el precio del transporte. Imaginamos que no será tarea fácil, porque precisamente es éste uno de los factores más problemáticos. Ojalá que existan muchas empresas con este “sello”.