
Las cabinas tienen igualmente forma trapezoidal y existen nueve versiones, con anchos de 2,1, 2,3 y 2,5 metros, de dos y cuatro puertas y hasta para 8 plazas. Exteriormente se ha procurado que la gama D guarde la misma línea que su hermana mayor, la T, en cuanto al diseño de la calandra, aunque la rejilla es diferente y, por supuesto, los grupos ópticos. Está concebida para una fácil limpieza exterior y un buen acceso al habitáculo. La visibilidad desde el asiento del conductor es excelente y los parámetros de confort son similares, con un 35% menos de nivel sonoro. Tanto el volante como los comandos de control de velocidad, caja de cambios y ralentizador se encuentran en la “punta de los dedos” del conductor. Los huecos portaobjetos están concebidos para que sean prácticos y accesibles.
Toda la gama cuenta con motores Euro 6, en dos versiones: un 6 cilindros, DTI 8 y un 4 cilindros, DTI 5, cuya versión de 240 CV es la más potente del mercado. Las gamas de potencia oscilan entre los 210 y los 320 CV. Cabe destacar elementos como la presión de inyección a 2.000 bares o el turbo de geometría variable. Los cambios Optidriver y Optitronic, robotizados de serie, permiten un ahorro del 7% en comparación con las cajas mecánicas.
Con el rediseño de las cabinas, tanto interior como exteriormente, tanto la imagen como el confort mejoran de forma muy notable, existiendo distintas versiones, en función de las necesidades del trabajo.
Los chasis están preparados para alojar cualquier tipo de carrocería y pueden incorporar toma de fuerza. Cabe señalar que la marca ha realizado un buen trabajo en este campo. Ofreciendo además suspensiones neumáticas en el eje trasero.