Por ello, desde la Federación Gallega de Transportes (Fegatramer) celebran este punto de inflexión, con la aprobación de las rebajas de los peajes, algo muy positivo para Galicia en general y para los vehículos de transporte ligero y turismos particulares.
Como señalaba el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, “esta decisión es una buena noticia, con aciertos como el establecimiento como franja horaria para poder acceder a la rebaja del peaje las 24 horas, frente a la opción de realizar el trayecto de ida y vuelta en el mismo día”, pero en el extremo contrario, señalaba el error de que no se atendiese la propuesta de los transportistas.
Descuento mínimo
Así, los vehículos pesados solo tendrán descuentos del 20 %, mientras los vehículos ligeros llegarán al 50%, lo que hace que esta noticia sea buena, pero insuficiente.
Pero más que un error o insuficiencia, desde FEGATRAMER apuntan de que es volver a caer en más de lo mismo, en no tratar al sector como se merece, porque a estas alturas ya saben todos que el transporte de público de mercancías por carretera es un sector estratégico para Galicia y España, esencial durante esta pandemia y fundamental para nuestra sociedad en general y para el desarrollo de la actividad empresarial e industrial en particular.
Los vehículos pesados solo tendrán descuentos del 20 %, mientras los vehículos ligeros llegarán al 50%, lo que hace que esta noticia sea buena, pero insuficiente
Un sector ya castigado de por sí por la alta carga de impuestos que soporta, por las variadas y, en muchos casos, duplicadas normativas de distintos tipos y ámbitos que se le aplican, (transporte, sanidad, medio ambiente, de la UE, nacionales, autonómicas, provinciales y locales), que complican la prestación de los servicios de transporte, convirtiendo la actividad un algo estresante, con niveles salvajes de competitividad, y en muchos casos, con una rentabilidad mínima, o inexistente.
Y todo ello en un mercado, añaden desde la asociación gallega, donde el transportista es el eslabón débil de una cadena en la que al otro lado se encuentran los cargadores y muchas veces, también la propia Administración con sus decisiones y normas. Pero, si se considera fríamente, y sin dejarse llevar por el mal trato y la rabia contenida de años, una rebaja del 20% en la AP-9 no deja de ser mejor que una subida del 1% o el 2%, que era lo habitual en estos peajes.