
Los peajes son una penalización al tejido económico y a la sociedad navarra. Desde las organizaciones de transporte se niegan a su implantación, "ya que los navarros pagamos suficientes impuestos, y el transporte su parte correspondiente, para que el mantenimiento de nuestras carreteras se lleve a cabo con las cuantías necesarias en los presupuestos. En este punto destacamos que una obra pequeña hoy, es una obra importante el día de mañana, y que llevamos muchos años sin hacer esta tarea".
"Decimos NO a la imposición de peajes. Es más, ¡Peajes para Nadie! Vemos discriminatorio para ciertos territorios, que para tener movilidad a otros puntos tengan que pagar por unas infraestructuras públicas, y denunciamos que más valdría optimizar el gasto y ganar en eficiencia, antes de recaudar más, al igual que no es bueno enorgullecerse de tener el menor déficit en nuestra comunidad, considerando que lo óptimo sería estar en la media" han expresado ante los medios de comunicación.
Bajo el argumento de que lo está imponiendo en muchos países de Europa, la afección en España es distinta, al situarnos en un país periférico. Países como Francia o Alemania fueron los principales promotores de estas medidas, porque las flotas de otros países eran las que circulaban por sus vías. Por eso solicitan a los gobernantes forales que valoren que la flota de transportes española es la segunda mayor de Europa detrás de la de Polonia, ya que, "mientras no sea así, no se darán cuenta de que se nos está fiscalizando dos veces por nuestra actividad. ¿Quizás por eso en el resto del Estado no los establecen? ¿Quizás Portugal se ha dado cuenta tarde que no son buenos, y por eso los está quitando?".
Por qué se quieren implantar los peajes a camiones en Navarra
Otro aspecto significativo de su implantación sólo en Navarra es la ruptura de la unidad de mercado en el transporte, al existir ya zonas en las que los transportistas están sufriendo para poder trasladarlo a sus clientes, con el consiguiente cierre de muchas empresas y autónomos en los últimos años: "el transporte es el eslabón débil de la cadena, y financieramente estimamos que cada camión podría estar adelantando el pago de más de 1.000 euros al mes a sus clientes, que son los propietarios de la mercancía, que es la que finalmente sufrirá este sobrecoste.
Por último, en lo que respecta a los peajes, avisamos del peligro para los ciudadanos y el sector del mantra que utiliza el Gobierno de Navarra de “Quien usa paga, y quien contamina paga”.
"Financieramente estimamos que cada camión podría estar adelantando el pago de más de 1.000 euros al mes a sus clientes" afirman las asociaciones de transporte
Estas medidas voluntarias para los Estados comenzaron con los vehículos pesados, porque la Directiva de Euroviñeta, que sirve de marco a los países, nació sólo para el transporte, pero hace unos años que se modificó eliminando la referencia a vehículos pesados de su título, pasando a “aplicación de gravámenes a los vehículos por la utilización de determinadas infraestructuras”.
"Curiosamente tenemos cerca el reciente caso de la A-636 en Guipúzcoa, donde ya paga quien la usa, también los coches. Y en cuanto a quien contamina paga, el dato es que el transporte representa el 30,7% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España, pero el transporte de mercancías sólo representa el 7,5%, por lo que les queda mucho porcentaje donde cobrar al resto de vehículos" señalan los representantes de los transportistas.
Fiscalidad injusta al transporte de mercancías por carretera
Según ANET, Tradisa e HIRU, el transporte de mercancías por carretera es el medio de transporte que más presión impositiva soporta de todos los existentes.
Por otra parte, en Navarra se estima que puede generar en torno al 4,5% del PIB, si bien de acuerdo con los estudios realizados en el sector, aporta en impuestos en torno a un 7,5% de la recaudación tributaria en Navarra. "Esto es debido a que el transporte ya paga unos impuestos específicos a la actividad como son el Impuesto de Hidrocarburos, peajes, ITV, certificaciones, IVA, tasas, etc.".
Además de estos, también paga un impuesto a la Renta (IRPF) y un Impuesto de Sociedades, ambos competencia exclusiva de Hacienda de Navarra, y que comparativamente con el resto de los territorios del Estado, incluida la Comunidad Autónoma Vasca, "son desproporcionados y los más altos de todo el país".

"Por ejemplo: un negocio de transporte familiar que factura 125.000 euros al año, paga en Navarra cuatro veces más que en el País Vasco y en el Estado no pagaría nada… O dicho de otra forma, el trasportista navarro tiene que trabajar un mes más que en otras comunidades para pagar tributos a la Hacienda de Foral Navarra. Este agravio comparativo con el resto de los territorios hace que el transportista navarro no pueda competir en igualdad de condiciones que en el resto de las comunidades" señalan estas mismas fuentes.
De forma adicional, "nos encontramos que otras comunidades toman medidas de acompañamiento para desarrollar la actividad. Sin embargo, aquí en Navarra, ante dichos planteamientos, o nos dan la callada por respuesta o un simple "no hay presupuestos para ello", siendo suficiente para ellos".
Parte de este agravio impositivo viene desde el año 2021, cuando Hacienda de Navarra cambió de manera unilateral la tributación directa, prometiendo que en el Estado también se cambiaría. "Pues bien, estamos en 2025 y esa promesa sigue sin cumplirse… ¿por qué tenemos que seguir pagando este incumplimiento los transportistas navarros?" se preguntan las asociaciones.
Todas estas propuestas para mejorar la competitividad del transporte han sido planteadas y desgranadas tanto a la Consejería de Transportes como a Hacienda, sin haber recibido respuesta alguna. Las asociaciones de transporte se preguntan para qué sirve tener la fiscalidad transferida a Navarra "si no son capaces de favorecer la competitividad de los propios navarros y navarras"
Infraestructuras de transporte inseguras
En lo que va de 2025 han fallecido en las carreteras navarras siete transportistas. "Es una cifra intolerable para un sector que aún espera el reconocimiento de la peligrosidad y penosidad de esta profesión. La falta de inversiones en el acondicionamiento y adecuación de infraestructuras viarias redunda en el aumento exponencial de los accidentes mortales en las carreteras forales" señalan.
Tal y como explican, las vías navarras, en muchos casos, están obsoletas, sin las señalizaciones necesarias, con anchos de vía insuficientes, y carecen de las necesarias áreas de descanso y de servicio que la actividad del transporte de mercancías por carretera demanda.
Las condiciones actuales de trabajo en las que se desarrolla la actividad del transporte son también causa ignorada de la terrible cifra de transportistas fallecidos en Navarra. En los últimos años se ha experimentado un deterioro continuado: la urgencia de los clientes que contratan servicios de transporte y la consiguiente presión ejercida sobre los transportistas "obliga a trabajar a deshoras, a cargar con el máximo peso posible, a aceptar las ajustadas tarifas del transporte con prisas y presiones de las empresas. No es casualidad que el último fallecido en Olite el pasado 29 de agosto tras un vuelco en la A-15, y el accidente más trágico del año con cuatro fallecidos en la N-113 a la altura de Fitero el 5 de marzo de este año sucedieran de noche a altas horas de la madrugada. Falta regulación e inspección suficiente sobre lo que ocurre en nuestras carreteras".
En la actualidad, el transporte se enfrenta a un grave problema de relevo. Consecuencia de este es el envejecimiento y el aumento de la edad media de los transportistas, edad que se sitúa en torno a los 56 años. El establecimiento de una edad de jubilación realista y adecuada a las duras exigencias de la profesión, la implantación de ayudas para la incorporación de nuevos transportistas, y ayudas que permitan un cese a tiempo de los que estiran su edad de retiro "permitirían dignificar las condiciones laborales de los conductores del transporte de mercancías y la sustitución los que están por otros que asegurarían la continuidad de este".
Las asociaciones de transporte piden ser escuchadas, que sus propuestas sean analizadas, que se les den respuestas: "las asociaciones no vamos a cejar en el empeño. El acompañamiento que necesita el sector es vital, y la actividad ya no soporta más su abandono, así lo entendemos las principales organizaciones del sector del transporte, y así lo denunciamos".



































