Es un empresario joven, tiene 45 años, pero no le falta experiencia, pues tal y como comenta “desde que era un niño me he subido en el camión de mi padre”. Su empresa cuenta en la actualidad con 35 camiones y 45 empleados, y a pesar de que las cosas cada vez están más difíciles, en ningún momento desfallece, ya que hay que salir adelante aunque a veces “te den ganas de dejarlo todo”.
Una lucha continua
Los problemas se amontonan encima de la mesa, pero sin duda uno de los problemas que más le preocupa tiene que ver con el precio del gasóleo y la imposibilidad de repercutirlo a los cargadores. “Lo que habría que hacer es formalizar una cláusula de revisión de las tarifas en función del coste del combustible de obligado cumplimiento para que nosotros lo podamos incluir en la factura del viaje (mensualmente), al igual que se hace con el IVA, pero por las razones que sea no se hace. Imagina lo que supondría para los profesionales si se repercutiera el 42% que ha subido el gasóleo en los últimos tres años”, explica.
Pero el tema del gasóleo no es más que una gota en el océano porque, tal y como reconoce, “cada vez nos echan más cargas encima: peajes, que si restricciones a la circulación, excesiva inspección...hasta el punto de que no sé cómo muchos de nosotros (los que todavía seguimos en el sector) estamos aguantando”, asegura.
“Tampoco podemos renovar flota porque no hay financiación; es más, tenemos que conformarnos con adquirir vehículos de ocasión, ya que los bancos ni nos reciben, nos cortan las pólizas de crédito…, así no se puede seguir. Pero es que aunque pudiéramos renovar, no te atreves, ya que luego no sabes si te van a pagar tus clientes, tal y como me ha ocurrido a mí en alguna ocasión. Al final, para subsistir, incluso tenemos que avalar con nuestros bienes personales, y nos vamos a quedar sin nada”, comenta Chinchón.
Como además, “ningún cliente te paga a 30 días,… ¿para qué tenemos una ley de morosidad? Todo el mundo te factura a 90 e incluso a 120 días –incluso hay quien no lo hace, tal y como me ha sucedido a mí en alguna ocasión-, lo que supone otra carga más a la hora de poder desarrollar nuestra actividad en las mejores condiciones. En este sentido, la Administración se debería implicar más a la hora de tomar medidas en asuntos como estos, y sería bueno que se aprobase, tal y como parece, la acción directa”, explica el presidente de CETM Guadalajara.
"Lo que en ningún caso debería suceder y está ocurriendo es que grandes empresas o multinacionales muevan grandes toneladas de mercancías y sólo tengan una tarjeta de transporte. Y nosotros, a verlas venir. Pero es que además muchos transportistas están trabajando sin tarjeta porque no la han visado. La Administración es consciente de este problema y sin embargo siempre inspecciona a los mismos, a los que vamos legales”, asegura Enrique Chinchón.
Incremento de los costes
Todo ello incluso se agrava aún más por el incesante incremento de los costes que se está produciendo de forma continuada. “Y no hablo sólo del combustible, sino también de los impuestos y tasas que tenemos que soportar, del personal especializado que me veo obligado a contratar para atender toda la parte administrativa de la empresa, que cada vez se complica más por la puesta en marcha, por ejemplo, de todo tipo de nuevos reglamentos; como la facturación es la que es, incluso cada vez baja más, se hace muy difícil salir adelante”, prosigue.
Lo que sí tiene claro Enrique Chinchón es que “somos nosotros mismos los que tenemos una gran parte de la culpa de lo que nos ocurre, pues cada uno vamos a lo nuestro. Llegará el momento en que tengamos que cerrar y queden tres o cuatro grandes operadores que serán los que se hagan con el mercado; luego ya tendrán tiempo de subcontratar”.
Sin solución
El caso es que la situación se ha vuelto insostenible, hasta el punto de que pocas son las soluciones que ve Chinchón para que el sector salga del atolladero. “Los costes se disparan, la facturación baja y no hay financiación de ningún tipo. Además, no se valora nuestro trabajo, ni se tiene en cuenta las cargas de todo tipo que tenemos que soportar los transportistas (fiscales, laborales, etc.) ¿Qué hacer entonces? ¿Por qué no se paga, repito, a 30 días? ¿Por qué no se pone en marcha un gasóleo profesional de verdad, a semejanza del agrícola? Lo que la Administración tiene que ver es que esta sería una buena forma de reactivar la economía”, asegura.
Momentos complicados
No se puede negar en cualquier caso, que la situación a la que ha llegado el sector es la más complicada que cuantas se han conocido, tal y como sostiene el presidente de CETM Guadalajara, por lo que los dos años que lleva en el cargo no han sido precisamente los mejores de la asociación, más bien todo lo contrario. Es por ello por lo que “algunos asociados se han dado de baja contra su voluntad, ya que en la mayoría de los casos no pueden hacer frente a la cuota. Aun así, y a pesar de todos los obstáculos que nos estamos encontramos, procuramos dar el mejor servicio posible a nuestros socios, sea cual sea su problema”, afirma.
Por ejemplo en formación: “seguimos dando todo tipo de cursos, relacionados con el CAP, mercancía peligrosas, tacógrafo digital, etc., pero lamentablemente también vamos a menos en este ámbito, las subvenciones cada vez son menores y los profesionales no pueden hacer frente económicamente a este tipo de acciones”, explica Enrique Chichón. En cualquier caso, “las asociaciones a nivel provincial son necesarias, en tanto que es una manera de dar al transporte una mayor potestad ante las Administraciones, y hacer frente a cualquier problema que tengan nuestros asociados”, finaliza.