Según los sindicatos del transporte, entre las principales demandas se encuentran un aumento global del poder adquisitivo de 100 euros mensuales, a partir de una revalorización del horario mínimo de 10 euros para las remuneraciones más bajas, así como una paga extraordinaria más y una mejor protección social.
Los sectores afectados son empresas de transporte de mercancías por carretera, de logística y del transporte de viajeros en autobús, entre otros. El sindicato mayoritario no se ha unido a la huelga, por lo que, según las asociaciones francesas de transporte, no se prevé una gran movilización en las carreteras.
Fuentes sindicales han señalado que el objetivo no es bloquear a la población, sino presionar a las organizaciones patronales, que se reunirán el 20 de enero con el fin de realizar las negociaciones planificadas para cada año.
El Gobierno francés ha advertido de que no se tolerará el más mínimo bloqueo de las estaciones de suministro de combustible.