En virtud de la propuesta de Directiva, cada Estado miembro dispondrá de un periodo de tiempo máximo de dos años para elaborar la estrategia de establecimiento de nuevos puntos de recarga de combustibles limpios como la electricidad, el hidrógeno y el gas natural.
Se espera que la citada Directiva se publique en el Diario Oficial de la Unión Europea y que entre en vigor 20 días después de su publicación. Está previsto que las fechas para contar con la mencionada infraestructura se sitúe entre 2020 y 2030, en función del tipo de combustible, el vehículo y la zona de despliegue.
La introducción de los puntos de recarga se producirá de forma paulatina. Así, a finales de 2020, los Estados miembros deberán instalar suficientes puntos de carga y recarga de fuentes de energía para que los coches eléctricos y los que utilicen gas natural comprimido puedan circular, como mínimo, en ciudades y zonas suburbana.