El conocido como "peaje para extranjeros" permite a los ciudadanos cuyo vehículo esté regulado en Alemania poder deducirse el pago del impuesto de circulación anual. Para la Eurocámara, esta posibilidad se convierte en una discriminación por nacionalidad, ya que no tendrán acceso los conductores que no residan en el país aunque usen sus carreteras. Los eurodiputados han instado a la Comisión que aclare "en qué mejora el sistema revisado" para haberle llevado a suspender el procedimiento de infracción que habían iniciado por el citado caso.
También piden al Ejecutivo que ofrezca información detallada de los cambios comprometidos por las autoridades alemanas para responder a las preguntas formuladas y poder comparar el peaje con las reglas europeas de no discriminación.
Los miembros de la Eurocámara han advertido de la necesidad de contar con reglas comunes que establezcan "un marco coherente, justo, no discriminatorio y armonizado" de los sistemas de peaje en todas las carreteras de la Unión Europea. En diciembre de 2016, la comisaria de Transporte, Violeta Bulc, anunció un acuerdo con el gobierno alemán para modificar el régimen tarifario de peajes, aunque sin ofrecer detalles de los cambios aplicados. Bulc aseguró que la reducción que se aplicará al impuesto beneficiará "a los vehículos más limpios" y que Berlín se había comprometido a reducir "de forma considerable" el precio de la viñeta de periodo corto, la más usada por los conductores no alemanes.