La consecuencia de todo esto es un continuo encarecimiento del precio de este aditivo necesario para que los coches, camiones y autobuses Diesel de menor antigüedad puedan moverse. De hecho, a lo largo de la próxima semana el precio del AdBlue en surtidor se incrementará en un 50%, lo que, en el caso de un camión, supondrá un sobrecoste adicional de 1.000 euros al año, y con la previsión de que en algunas estaciones de servicio se empiece a “racionar” la compra del producto. En otros países europeos, como es el caso de Italia, muchas estaciones de servicio se encuentran sin producto para poder ser suministrado.
El AdBlue es imprescindible para el funcionamiento de los motores diesel en una buena parte de los camiones y autobuses fabricados a partir de 2009 y de los coches producidos a partir de 2015, para poder cumplir con la normativa europea sobre reducción en los niveles de emisiones contaminantes a la atmosfera. Según diferentes estimaciones, el número de vehículos en circulación que consumen este aditivo es superior a los 2.000.000 en el caso de turismos y furgonetas, además de 120.000 camiones y 30.000 autobuses, en los que, en la mayoría de los casos, su falta de suministro impediría el arranque de los motores.