
Distintos estudios realizados sobre la situación del empleo en España confirman que el porcentaje de empresas que están experimentando dificultades para cubrir sus puestos vacantes se sitúa ya en el 20%, lo que se traduce en 10.000 las ofertas de empleo que quedan vacantes por falta de candidatos disponibles.
El problema no afecta sólo a España, sino a otros países europeos y del resto de mundo. La escasez de conductores profesionales cobra especial relevancia debido a múltiples factores: elevado coste económico que supone obtener el carné de conducir más el Certificado de Aptitud Profesional (CAP), la dureza del ejercicio de la actividad y las condiciones laborales ofrecidas, lo que hace que la profesión no resulte atractiva.
Para las asociaciones profesionales de transporte, ni desde el ámbito privado ni desde el público se están llevando a cabo iniciativas para paliar la situación, pese al alto nivel de desempleo existente en nuestro país (del 15,26% según datos de Instituto Nacional de Estadística). Se teme que la situación derive en una alteración de las cadenas de suministro de bienes y productos, tanto a la industria como a la población en general.
Desabastecimiento en Reino Unido
Las primeras alarmas se han producido en el Reino Unido, cuya situación, agravada por el Brexit y el cierre de fronteras a la entrada de trabajadores extranjeros al país, está provocando una falta de conductores que afecta a la actividad económica y comercial, con graves desabastecimientos en supermercados y gasolineras. La falta de estos profesionales (se han calculado unos 90.000 trabajadores) ha hecho que el Gobierno británico haya aprobado un plan de emergencia, dotado con 10 millones de libras (11,7 millones de euros) para formar de manera gratuita a 4.000 personas para que puedan obtener el permiso de conducir profesional a través de cursos acelerados y poder examinarse en 12 semanas.
También está previsto conceder 5.000 visados de entrada por un periodo de tres meses a transportistas extranjeros que deseen trabajar en el Reino Unido en la campaña de Navidad para, de este modo, evitar el colapso total en el suministro de bienes y mercancías que se estima se producirá en breve.