
Publicidad en carretera, ¿qué debes saber?
Publicitarse en carretera puede suponer un gran impacto para tu empresa, debido a que es un tipo de publicidad muy visual que suelen ver muchas personas a lo largo del día durante sus trayectos. Sin embargo, hay que saber que hay diferentes tipos de esta publicidad: en vallas publicitarias y en automóviles. Las primeras están legisladas por la Ley de Carreteras y hay que saber que no pueden colocarse en lugares visibles de la calzada fuera de los tramos urbanos. A partir de ahí, no es raro verlas en las autovías, porque son una gran opción para hacer visible una marca o para recordarla. De hecho, este tipo de anuncios tienen varias ventajas.
Por ejemplo, al estar disponibles las 24 horas del día, son visibles para muchos conductores, aunque hay que tener en cuenta que no a todas horas se verán bien. Para cuando escasea la luz, por ejemplo, por la noche, muchos apuestan por carteles luminosos. Además, otra ventaja con la que cuenta este tipo de publicidad es que puedes enfocarla en un punto determinado de la geografía, dependiendo de tu público potencial, para generar mayor impacto. No solo eso, este tipo de marketing brinda notoriedad a la marca y ayuda a recordarla fácilmente y puede ser una solución excelente y un complemento indispensable para estrategias fuertes.
En cuanto a la publicidad en automóviles, se puede enfocar en rutas determinadas. Esto logra captar clientes potenciales que ven dicha publicidad día a día cuando, por ejemplo, van a trabajar. En este sentido, hay que señalar que dependiendo del automóvil y de la ruta, también se enfocará en un target determinado y, probablemente, cuanto más exclusivos sean, más caras resultarán las campañas.
¿Cómo debe ser la publicidad en carretera?
Ahora que ya sabes cómo funciona la publicidad en carretera, te daremos algunos consejos para que puedas llegar a los consumidores finales de una forma más fácil y directa. En primer lugar, simplifica la publicidad, no utilices anuncios recargados, que no se entiendan con una lectura rápida. Enfócate en un mensaje que llegue a quien lo lea y asegúrate de que se vea el logo de la marca y la información de contacto. De esta forma, a los conductores les dará tiempo de captar lo que anuncias cuando lo vean. Recuerda, cuanto más sencillo mejor.
No olvides que para que un mensaje se lea bien hay que leer una tipografía que sea legible a diferentes distancias. Las tipografías demasiado recargadas no conseguirán captar la atención del consumidor, porque no se esforzará en leerlas. Asimismo, tampoco abuses de las mayúsculas, ya que no suelen ser amigables y en exceso causan rechazo. Apuesta, más bien, por un tamaño de letra grande que sea fácil de ver y que permita, con un solo vistazo, que el mensaje cale en el lector. Si a eso le añades colores vibrantes que contrasten bien, lograrás captar mucho más la atención.
Si vas a usar imágenes en tu mensaje publicitario, asegúrate de que tienen una buena calidad. Esto se debe a que, al verse desde diferentes distancias, tiene que apreciarse bien en cada una de ellas. Por esta razón, resulta necesario invertir en buenas imágenes. A partir de aquí, conviene recordar que no siempre el objetivo de la campaña es informar al consumidor de todo sobre la empresa. Es mucho más importante crear una relación de confianza entre él y la marca, o lo que es lo mismo, conseguir que la marca esté presente para que, al final, se decida a contactar con ella. Para ello, no olvides que hay que dar mensajes claros y sin rodeos. Es decir, hay que tener claro el público objetivo al que va a dirigirse la campaña, o más bien, al cliente potencial de la empresa. Así, no tendremos problemas para diseñar una oferta que capte su atención, ya que nos basaremos en sus necesidades.
En definitiva, lo importante en la publicidad en carretera es conseguir mensajes que lleguen con facilidad al consumidor, usando para ello tipografías grandes, sencillas e imágenes de calidad. Aumenta la notoriedad de la marca con estos consejos y con las ventajas que te ofrece este tipo de marketing que promete, con una buena estrategia y planificación, lograr un impacto mayor y que tu marca sea reconocida y, sobre todo, recordada.