
Aunque el modus operandi que ha sido utilizado por parte de los atracadores para cometer los robos es la intrusión, esto es, forzar las puertas de los vehículos o instalaciones (en el caso de vehículos con caja rígida) o cortar lonas de los remolques, así como romper los sellos y/o candados existentes.
Sin embargo, en los últimos meses se viene analizando con preocupación un creciente aumento del robo de la mercancía, utilizando nuevas técnicas más sofisticadas, mediante la suplantación de la identidad de transportistas reales que son llevadas a cabo por bandas criminales organizadas.
Mediante la utilización de técnicas de ciberdelincuencia, en algunos casos, llegan a hackear las cuentas de correo electrónico de los verdaderos transportistas, contratando como si fueran ellos la realización de servicios de transporte
Una vez acuden a los lugares de carga para recoger la mercancía (en muchos casos, mercancías de un alto valor económico), se la llevan con total impunidad, llegando a duplicar las matrículas de los camiones de los transportistas suplantados para reducir las posibilidades de sospecha, percatándose del robo cuando transcurren varios días sin que la mercancía llegue a su destino y es cuando el cliente se dirige al transportista que ha sido sustituido para exigirle responsabilidades por su extravío.
Por ello, y ante el creciente aumento de este tipo de actuaciones delictivas en el transporte de mercancías, las asociaciones de transporte hacen un llamamiento público a las empresas titulares de los centros de carga y plataformas logísticas para que refuercen los controles de comprobación de la identidad real de los transportistas contratados para la realización de los servicios de transporte, así como de los vehículos para evitar este tipo de actuaciones delictivas que están ocasionando un gran daño económico.