Este sistema de balizamiento es continuación del desvío automatizado que se instaló en 2016 y que permite a los responsables de la gestión del tráfico desviar de forma automatiza la circulación de vehículos de la Autovía A-8 a la N-634 cuando las condiciones de visibilidad causadas por la niebla hacen que la circulación sea muy complicada y comprometa la seguridad vial.
Según Jorge Ordás, “el desvío automatizado nos ha ayudado a mejorar el tiempo de uso de la autovía cuando hay niebla intensa y tenemos que desviar la circulación, pero ahora queremos dar un paso más y, valiéndonos de la tecnología existente, hemos diseñado un proyecto, pionero en Europa, innovador y económico para resolver un problema concreto, la niebla, que nos permite reducir al máximo el número de horas que la autovía tiene que estar cerrada en dicho tramo y que supone una mejora sustancial en la explotación de la autovía y la mejora significativa en la seguridad vial del tramo en cuestión”.
Para llevar a cabo este proyecto, se han instalado en el tramo donde se asientan las nieblas en dicha autovía balizas más potentes, con mayor luminosidad y con la posibilidad de señalizar o avisar al conductor de un vehículo si circula por delante de él otro vehículo y que además pueda seguir su desplazamiento. Para ello se ha cantonalizado todo el tramo conflictivo en ambos sentidos y en secciones de 50 metros, colocando balizas detectoras en ambos márgenes de cada sección.
En qué consiste el proyecto
Las balizas detectoras consisten en un cuerpo físico con dos ventanas: la de la parte inferior con leds ámbar y la superior con leds rojo, sobre un poste de 1,50 metros sobre la calzada, de modo que ante situaciones de una niebla determinada se encenderán las ventanas inferiores de color ámbar que balizarán el tramo conflictivo, indicando al conductor la traza de la autovía en condiciones de seguridad. La ventana de color rojo se encenderá cuando las balizas, a través de diferentes tecnologías, detecten el tránsito de otro vehículo. Una vez detectado, se enciende la parte superior de las balizas de color rojo, de modo que, a medida que se desplace el primer vehículo, quedarán encendidas las balizas a su paso y permitirán al vehículo que le preceda ver a una distancia aproximada de 100 metros y poder circular con seguridad.
Además de las balizas, también se ha colocado un panel vertical informativo en el que se advierte al conductor que va a transitar por un tramo en el que se puede encontrar niebla y de la necesidad de guardar una distancia mínima entre vehículo de dos de las balizas instaladas.
Cuando la distancia de visibilidad por niebla es inferior a 40 metros y no se puede circular en condiciones seguras, los responsables de la gestión del tráfico establecen el nivel negro y se procede a cortar la A-8 al tráfico, desviándolo a la N-634, alternativa a la autovía entre los puntos kilométrico 536 y 552 en ambos sentidos.
Accidentalidad
La mayoría de los accidentes de tráfico que se producen en zonas de niebla suelen ser colisiones con el vehículo que va delante por no respetar, entre otras cuestiones, la distancia de seguridad. Con este fenómeno meteorológico adverso, la visibilidad se reduce y además, el firme puede estar húmedo y reducirse la adherencia.
En 2021 (datos provisionales) en ámbito DGT (España excepto Cataluña y País Vasco) y con niebla en el momento del siniestro, se produjeron 324 accidentes con víctimas, en los que se registraron 501 víctimas, de las cuales, 13 fallecieron.
En el tramo donde se ha actuado con las balizas en Galicia, el 26 de julio de 2014 se produjo un accidente múltiple, con colisiones en cadena por causa de este fenómeno, en el que se vieron implicados 40 vehículos y en el que falleció una persona.