
A lo largo de 24 años que lleva vigente el programa, se han ido modificando los requisitos exigidos para poder optar a las ayudas al abandono de la actividad para transportistas autónomos. Al principio podían acogerse los transportistas de edad avanzada titulares exclusivamente de vehículos pesados, y con posterioridad se amplió a vehículos ligeros.
Ahora, se podrán acoger a las ayudas los transportistas a los que se haya reconocido de forma oficial una situación de incapacidad permanente para el desempeño de su actividad o una gran invalidez. Para ello, dicho estado deberá ser reconocido por la Seguridad Social.
Hasta ahora, las bases de cada convocatoria anual exigía que el transportista tenía que estar dado de alta en la Seguridad Social y tener vigente su autorización de transporte, algo incompatible con una invalidez.
El Ministerio de Fomento ha informado que tiene intención de aprobar la convocatoria anual de ayudas al cese anticipado a lo largo del mes de febrero.