
Mientras que el Gobierno de Navarra ha anunciado el inicio de obras de adecuación y mejora de los túneles de Belate y Almandoz en la Nacional 121, que conecta Navarra con la frontera francesa, la Diputación Foral de Guipúzcoa ha dado a conocer obras de similares características en los túneles de San Lorenzo de la autovía A-15, lo que obligaría a los más de 3.300 vehículos de transporte de mercancías a desviarse más de 60 kilómetros para transitar por la N-I, que tiene un peaje especial para camiones desde el pasado 2 de enero.
Las obras en territorio navarro, que tienen prevista una duración de siete meses y que se espera comiencen en mayo, supondrán el cierre de ambos túneles, por lo que se ha previsto un itinerario alternativo a través del puerto de Belate. Si bien, el Gobierno de Navarra anunció que no se prohibiría el tránsito de los camiones por esta vía, los ayuntamientos de la zona están presionando al Gobierno foral para que se desvíen de forma obligatoria por la A-15.
Las asociaciones de transporte, con ANET a la cabeza, no han tardado en oponerse al desvío obligatorio, porque les supone un incremento en kilómetros (unos 40 adicionales), además del aumento de peligrosidad que supone dicha vía para la circulación de camiones de mayor tonelaje, por las fuertes pendientes que hay en su trazado.