
Según el Gobierno, el Plan Extraordinario de Inversión en Carretera (PIC), que supone un nuevo impulso a las infraestructuras en España, está basado en la colaboración del sector privado y marcado por el compromiso del Gobierno de reducir el déficit público, multiplicará por seis la capacidad de gasto que permite el presupuesto de un año.
El Plan Extraordinario de Inversión en Carretera tiene como objetivo completar los tramos de la Red Transeuropea de Transporte pendientes, resolver los cuellos de botella existentes en la actual red de carretera, mejorar y adaptar las principales autovías existentes a las exigencias de la nueva normativa en materia de siniestralidad, ruido y emisiones de CO2 y asegurar la conservación de todos los proyectos que se lleven a cabo.
Las actuaciones incluidas en el plan, que contempla inversiones en más de 20 corredores de transporte, permitirán mejorar la seguridad de la red de carreteras, así como la siniestralidad y reducir la emisión de CO2 y el ruido en los itinerarios que pasan cerca de los núcleos de población.
Todas las actuaciones del plan ha sido diseñadas para asegurar una rentabilidad mínima y un ratio beneficio/coste positivo, y pasar una estricta evaluación de posibles impactos ambientales que asegure su sostenibilidad.
El Gobierno espera que el plan de inversión en carreteras tenga un importante efecto dinamizador sobre el crecimiento económico y la creación de empleo. De hecho, ha calculado que tendrá un retorno fiscal de unos 3.000 millones de euros, ya que, en teoría, y según las estimaciones del Ejecutivo, un euro de gasto en infraestructuras genera casi 0,5 euros de retorno fiscal.
De donde los ha sacado de los que debe del centimo sanitario o del fondo de pensiones que verguenza