Un carro tirado por mulas fue el origen de la empresa que hoy puede presumir de cumplir 100 años de vida. Allá por 1918, el matrimonio alicantino formado por el “Yayo Tadeo” y la “Yaya Ramona” comenzaron un pequeño negocio que, poco a poco, y con no pocas ha llegado a nuestros días, en manos ya de su bisnieta y cuarta generación, Vanesa Juan, que gestiona una flota de 20 camiones propios y entre 15 y 18 que trabajan con ellos subcontratados.
El primer camión como tal fue un V-11427 y el segundo, un Chevrolet del 34. Durante la guerra civil, les bombardearon y confiscaron los vehículos, lo que hizo que tuvieran que ingeniárselas para poder seguir dando el servicio a sus clientes.
Un carro tirado por mulas fue el origen de la empresa que hoy puede presumir de cumplir 100 años de vida
Pero las cosas empezaron a mejorar y el transporte les permitió crecer y hacer que los descendientes de los patriarcas se incorporasen al negocio familiar, bien con la empresa matriz o comprando otras que ya estaban operativas. Por eso, los cuatro hermanos de la familia Tadeo se hicieron cargo de cuatro empresas: una dedicada al transporte nacional (Exit S.A.), otra al internacional (Transroute Internacional), una tercera a los viajeros (Rico Bus) y la cuarta, al grupaje (Viuda de Tadeo Juan, hoy, Tadeo).
De Viuda de Tadeo Juan a Tadeo
La tercera generación de la familia y gerente de Tadeo, Eduardo Juan, ha explicado que “el primer proyecto que tenemos en mente es mantenernos y llegar a otro centenario, dando continuidad a la empresa”. El relevo generacional ya se ha producido, ya que ha sido su hija, Vanesa Juan, la que ha tomado el testigo.
Durante varios días, la empresa celebró con amigos, clientes y trabajadores, sus 100 años de vida: en primer lugar, con un regalo especial (una tipografía especialmente hecha para ellos, llamada Tadeo), y luego, una cena de gala con todo el personal de la empresa. Por último, el tercer día, hubo una actividad especial con los hijos de los empleados, en el que se les hacía saber que se había perdido un paquete, y los pequeños debían investigar hasta encontrarlo.
Para los actuales responsables de la empresa, hay tres premisas básicas que se respetan siempre: el talento, la calidad y las nuevas tecnologías.
Como conclusión a la evolución que ha vivido la empresa hasta llegar a su primer centenario, Vanesa Juan ha explicado que “somos afortunados, porque estamos mucho mejor que nuestros bisabuelos. Ante la adversidad, hay que crecer y perseverar: no rendirse nunca. Y lo más importante: todo lo que hemos conseguido es un logro de todos”.