
El objetivo del encuentra era el de revisar los retos y oportunidades para las empresas españolas en el mercado chino.
El principal mensaje transmitido por los ponentes, todos ellos con gran experiencia y larga trayectoria en el mercado chino, ha sido la existencia de grandes oportunidades en este país, no exentas de inconvenientes, como son las diferencias culturales y de idioma, así como las costumbres comerciales.
Diferencias que requieren un esfuerzo económico y de trabajo, y contar con un socio local o bien un partner con amplia experiencia en este mercado para facilitar la penetración en el mismo.
Durante la mesa redonda se comentó que una estrategia a largo plazo es fundamental para una empresa española que quiera internacionalizar su actividad hacia China.
La flexibilidad, la paciencia y crear fidelización y relaciones comerciales consistentes son aspectos muy importantes. Por otro lado, la planificación es un factor a tener muy en cuenta, ya que actualmente los puertos y aeropuertos chinos están en una situación de gran congestión, por lo que es necesario intentar ampliar los plazos de los pedidos, lo cual también ayuda a optimizar costes.
Tal y como han explicado los participantes en la mesa redonda, existen diferentes "tópicos" sobre el mercado chino que no se ajustan a la realidad. La idea de que en este país se produce barato y con baja calidad es un hecho que hoy en día ha cambiado radicalmente.
China es un país con un altísimo índice de competitividad y mucha preparación y formación, que exporta productos con altos estándares de calidad, por ejemplo en el sector tecnológico.
La conclusión del acto ha sido que a pesar de que España ha llegado tarde a China debido a que durante años ha mirado más hacia el mercado Iberoamericano por sus vínculos culturales, aún hay un gran potencial de oportunidades para las empresas dispuestas a apostar por este destino, siempre con una adecuada estrategia, planificación e ir de la mano con el socio adecuado.