Para Aecoc, la consecuencia directa de la aplicación de la euroviñeta sería "el aumento de los costes del transporte que repercutiría en el precio de los productos. La aplicación supondría un aumento general estimado de los costes del transporte de entre un 3% y un 10% para los transportistas que utilizan de forma regular las vías principales. Este coste se repercutiría en el precio final de todos los productos, restando poder adquisitivo a los ciudadanos, minando el consumo interno y dificultando la marcha positiva de la economía española".
En su opinión, la medida no sólo afectaría al consumo interno "sino que también debilitaría las exportaciones españolas. España es un país periférico y quien utiliza nuestras infraestructuras son las propias empresas españolas, no empresas en tránsito. En la actualidad, según el Observatorio del Transporte y la Logística, el 47% del valor de las mercancías exportadas se realiza por carretera. Por tanto, la euroviñeta supondría una pérdida de competitividad para las propias empresas que tienen como foco la exportación, ya que verían cómo el aumento del precio del transporte hace que se encarezcan sus productos frente al de otros competidores".
"Además de las empresas productoras, las propias compañías de transporte españolas, un sector de gran peso en España y Europa, también verían lastrada su capacidad de competir en el mercado. En ese sentido, cabe destacar que no hay alternativa posible a la carretera, que el ferrocarril no es una opción, ni en nacional ni en internacional, y el Corredor Mediterráneo no está terminado" señalan fuentes de la asociación.
Por último, la asociación de cargadores considera que la medida "es claramente discriminatoria para el transporte de mercancías por carretera frente al transporte particular de viajeros. Si comparamos magnitudes, según datos del Anuario Estadístico del Ministerio de Fomento, los vehículos pesados representan menos del 15% del tráfico total en España".