Con su nuevo mandato presidencial, ANFAC ha presentado su hoja de ruta centrada en lograr una nueva fiscalidad para los vehículos, una mejora de la competitividad industrial, estímulos a las inversiones productivas y una movilidad más sostenible además de respetuosa con el medioambiente.
ANFAC cree que es necesaria una nueva fiscalidad verde, exigente y con criterios medioambientales. Un impuesto moderno, que esté más enfocado al uso del vehículo que a su compra, y que además estaría en línea tanto con la propuesta de la comisión de expertos para la revisión del modelo de financiación autonómica como con las exigencias de la Comisión Europea, que ha pedido a España incrementar los ingresos por impuestos medioambientales.
Para conservar nuestra importancia como país fabricante de vehículos, hemos de mantener un alto nivel de competitividad industrial. Para ello hay medidas que se pueden tomar en
diferentes apartados. Por ejemplo, en logística, el aumento de la capacidad de los camiones, la reducción de las tasas que pagan los automóviles en el transporte marítimo, la mejora de la conexión de los puertos por ferrocarril o la normalización de trenes de 750 metros de longitud, reduciría en unos 100 millones de euros al año los costes de nuestra industria.
La industria de automoción española necesita según ANFAC una política de innovación eficiente como palanca esencial para mantener y potenciar nuestra competitividad y productividad. Para ello, se requieren estímulos a las inversiones productivas, efectivas y atractivas que, bajo la modalidad de subvención o financiación blanda, permitan adecuar y mejorar nuestros procesos productivos hacia los distintos conceptos de la industria 4.0 así como desarrollar los nuevos conceptos de vehículos.