Sin embargo, diferentes circunstancias han motivado que no toda la flota haya podido llevar a cabo dicho proceso de sustitución o retrofit, entre otras, por el retraso en la producción del nuevo tacógrafo así como por una sobrecarga de trabajo habida en muchos talleres instaladores, lo que ha supuesto que hasta un 15% de los vehículos obligados continúen con los anteriores tacógrafos instalados, según estimaciones oficiales.
Ello motivó que el 18 de diciembre la Comisión Europea mantuviera una reunión con los Estados miembros para analizar la situación, tras la cual se acordó de forma consensuada establecer “un período de dos meses de aprendizaje educativo” sobre la disposición de obligación de modernización para operar vehículos en Estados miembros distintos de su Estado miembro de matriculación y equipados con un tacógrafo no inteligente analógico o digital.
Prórroga para sustituir el tacógrafo analógico por uno digital
Conforme al acuerdo alcanzado, “hasta el 28 de febrero de 2025, la aplicación de la ley se centraría en seguir aumentando conciencia de esta obligación, en lugar de aplicar una sanción o penalización en carretera, a aquellos que los operadores, por diversas razones, tal vez aún no hayan logrado llevar a cabo la modernización del tacógrafo”.
En todo caso, los Estados miembros se han comprometido a hacer pública en España la implementación de dicha medida acordada de relajación temporal en la imposición de sanciones a través de sus webs oficiales u otros medios de información relevantes.